Soñé que compartía cigarro contigo. Y, claro , luego era inevitable esnifar de tus frecuencias. Soñé que mi boca se centraba en estudiar el espesor de tu labio inferior para calcular el ángulo perfecto para encajar en ese cajón desastre que vas exponiendo al mundo con una trayectoria sobreamortiguada. Y yo es que voy sin amortiguadores por la vida, ¿sabes?. Y siento que voy a pegarme la hostia del siglo, que luego me hablas delante del café y te quejas de que vas perdiendo cosas por la calle, como servilletas de incertidumbre que luego reaparecen en mis bolsillos mágicamente con mensajes de buenos días.
Por eso me he comprado un reloj asíncrono para medir el no-tiempo y unas runners fluorescentes, por si no me ves.
Por eso me he comprado un reloj asíncrono para medir el no-tiempo y unas runners fluorescentes, por si no me ves.