(...) ¿Qué clase de amor era, pues, aquel?
En primer lugar,el amor es una experiencia común a dos personas. Pero el hecho de ser una experiencia común no quiere decir que sea una experiencia similar para las dos partes afectadas. Hay el amante y hay el amado, y cada uno de ellos proviene de regiones distintas.
Con mucha frecuencia,el amado no es más que un estímulo para el amor acumulado durante años en el corazón del amante.No hay amante que no se dé cuenta de esto,con mayor o menor claridad;en el fondo, sabe que su amor es un amor solitario. Conoce entonces una soledad nueva y extraña,y este conocimiento le hace sufrir.No le queda más que una salida,alojar su amor en su corazón del mejor modo posible; tiene que crearse un nuevo mundo interior,un mundo intenso,extraño y suficiente.
Por esta razón,la mayoría preferimos amar a ser amados. Casi todas las personas quieren ser amantes.Y la verdad es que,en el fondo,el convertirse en amados resulta algo intolerable para muchos. El amado teme y odia al amante,y con razón: pues el amante fuerza la relación con el amado,aunque esta experiencia no le cause más que dolor.
(La balada del café triste,de Carson McCullers.)