Share This.

Todos queríamos ser extraordinarios.

Tener un máster en intercalar nostalgias y que tu aparezcas. Tienes la capacidad de aparecer en los momentos más inoportunos.
Inventábamos alguna excusa absurda, cuando lo que era absurdo era todo lo que nunca contamos.
Aún recuerdo las carreras desde el campo hacia mi portal,para darme dos besos y que te viera la sonrisa antes de irte a entrenar.Que te dejé mi olor en tu almohada y me cogías de la mano con tanto orgullo, que no quería soltarte bajo ningún concepto.Esos días compartiendo biblioteca, que acababan con merienda y calle, ¡qué te gustaban las esquinas donde no había nadie!.
Nos comimos hasta los huesos en el canal del río,donde me hablabas de las horas que te quedaban en la ciudad, que luego hasta el suelo nos rozaba de celos y tu rodilla se llevó una herida de recuerdo. Y yo, con esa imagen clavada en mi mente, también.
Y ahora no puedo evitar verte en fotos, o en los cuartos de baño de las discotecas, y que me guiñes el ojo y me hagas gestos de que no me acerque, porque ella está cerca.
¿No es injusto desaparecer de la vida de la gente sin antes borrar recuerdos?.
Injusto que sigas preguntando a mis amigos por mí y que tus ojos azules,aún, sigan doliendo.