Encendidos los cigarros ahora lo que viene es mirarse.Observarse sutilmente las ganas de esnifar las frecuencias del ruido de los pantalones al caer.La consciencia ya no cabe en la habitación de dimensiones nulas, con lo cual, el fundir cuerpos es uso obligado. Pero el quitarse los cinturones de seguridad está prohibido. Vía libre a los besos guarros, pero nada de "quédate para siempre" o "el que estés cerca me hace bien".
Acrílicas sentencias que invaden mis pupilas y luego todo queda en nada.
Acrílicas sentencias que invaden mis pupilas y luego todo queda en nada.